Desarrollo profesional
Reskilling y upskilling: guía para entender el futuro en las empresas
Descubre la importancia del reskilling y upskilling de los empleados para mejorar la gestión del talento interno en tu empresa.
Desarrollo profesional
Descubre la importancia del reskilling y upskilling de los empleados para mejorar la gestión del talento interno en tu empresa.
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Ronny Navarrete
HR Consultant
14 de enero, 2025
Estamos cansados de oír hablar de la importancia de aprender nuevas habilidades y el reciclaje laboral. Son dos aspectos clave para que la plantilla esté actualizada, para estar preparados de cara al futuro y no perder competitividad. En este sentido, hay que hablar del upskilling y reskilling de la fuerza laboral. Dos conceptos que están directamente relacionados con el trabajo de las habilidades laborales y la continua gestión de formación.
«Estoy convencido de que nada de lo que hacemos es más importante que contratar y desarrollar a la gente. Al final del día se apuesta por las personas, no por las estrategias.»
Lawrence Bossidy, GE
Además, ante un contexto laboral en el que los empleados exigen cada vez más un cuidado personalizado de su carrera profesional en la empresa, disponer de una plan de reskilling es fundamental a la hora de atraer y retener talento.
«El 77% de los españoles cambiaría de trabajo si pudiera y un 68% está buscando trabajo de forma activa»
Guía Hays del Mercado Laboral. 2022
Por reskilling hace referencia al reciclaje profesional: se forma y prepara a un colaborador para que pueda acceder a un nuevo puesto en la empresa. Si el upskilling estaba orientado a la especialización, en el caso del reskilling nos encontramos con el desarrollo de trabajadores más versátiles, capaces de ocupar diferentes puestos en el seno de la organización.
En cambio, por upskilling entendemos precisamente la adquisición de nuevas habilidades. El empleado adquiere una serie de nuevas competencias que le ayudarán a optimizar el trabajo. Se trata de la evolución en las competencias necesarias para desempeñar su puesto con éxito, pues los tiempos cambian y cada vez necesitamos nuevas habilidades, competencias o conocimientos para desempeñar con éxito nuestro trabajo. Así, reforzamos el grado de especialización.
Upskilling y reskilling tienen incontables beneficios para la empresa, comenzando porque reducen los procesos de reclutamiento y selección de personal. La empresa es capaz de gestionar al talento adecuado, de modo que no tendrá que buscarlo fuera. Así, la productividad no se ve resentida y no hay que invertir en dichos procesos. Los trabajadores son conscientes de la inversión que hace la organización en ellos, lo que se traduce en fidelidad y retención de talento.
Otra de las consecuencias es el refuerzo en el employer branding. Se potencia una cultura de empresa dinámica, adaptada a un entorno que no deja de evolucionar, lo que entre otras cosas implica hacer frente a la brecha digital. En consecuencia, nos encontramos con empresas mucho más competitivas que aquellas que no se preocupan por actualizar las competencias de sus empleados o prepararlos para nuevos puestos.
Las competencias y habilidades exigibles dependen del puesto de trabajo del que hablemos, de la responsabilidad que implica, de la posición, etc. Incluso dentro de un mismo sector, una empresa puede buscar unas competencias determinadas y otra compañía rival apostar con habilidades distintas. Aun así, las podemos clasificar generalmente en competencias digitales, habilidades blandas, duras y técnicas.
Entre las habilidades profesionales más demandadas podemos encontrar desde la capacidad para trabajar y gestionar equipos a la creatividad e innovación, pasando por la capacidad de adaptación, la orientación al cliente o la toma de decisiones a partir de los datos. Por no hablar de las habilidades propias de un puesto de trabajo: de un albañil esperamos que sepa hacer cemento, de un cirujano que sea capaz de operar.
A día de hoy, prácticamente cualquier puesto de trabajo implica una serie de competencias o conocimientos digitales, y es una de las primeras cosas en las que se fijan las empresas. Un potencial empleado debe ser capaz de hacer un uso crítico, eficaz y seguro de las tecnologías de la sociedad de la información en su trabajo. Si posee estas habilidades, su trabajo será mucho más eficaz.
También conocidas como “habilidades de las personas”, el concepto soft skills hace referencia a aquellas competencias básicas aplicables a cualquier profesión. Están relacionadas con la inteligencia emocional, capacidad de comunicación, adaptación a los cambios, capacidad de trabajo en equipo, liderazgo, productividad personal, gestión del tiempo… Generalmente, están relacionadas con la actitud del empleado para afrontar el día a día.
En cambio, el concepto hard skills o habilidades duras hace referencia a las habilidades técnicas o de conocimientos de los trabajadores para desarrollar su habilidad. Asociarlas a las soft skills es inevitable, pues su conjunto es lo que conforma nuestro perfil profesional; pero las hard skills son propias de cada puesto de trabajo. Se trata de las habilidades de especialización que se exigen a un trabajador.
Para desarrollar un proceso de reskilling en la empresa deben cumplirse dos premisas básicas: tener unos objetivos claros y una plantilla dispuesta a aprender. Solo así podremos llevar a cabo el plan. Hay que proporcionar las formación adecuada a los trabajadores en función de su disponibilidad. El mentoring siempre es positivo, sin olvidar el reverse mentoring, donde empleados junior forman a los seniors sobre las últimas tendencias.
Cualquier proceso de reskilling exige un seguimiento de resultados. No siempre se obtiene el resultado esperado, de modo que el responsable del programa de reskilling deberá analizar los puntos fuertes y débiles del proceso para incidir en los favorables y corregir los fallos. Es necesario que esta persona sea observadora, pero también debe recibir un feedabck de los empleados.
Aprender nuevas habilidades es fundamental para disfrutar de una carrera profesional larga y productiva. Los trabajadores no pueden anclarse en las capacidades con las que llegaron a su puesto de trabajo a lo largo de toda su trayectoria. En este sentido, el reskilling nos permite gestionar el talento y preparar a las personas para asumir nuevas habilidades y evolucionar en la empresa. Es parte fundamental del plan de carrera.
Las organizaciones diseñan un itinerario para sus trabajadores que les permite progresar desde la base hasta la cúspide. Este avance debe producirse en función de las capacidades, no de la antigüedad del empleado. Y aquí es donde entran en acción tanto el reskilling que nos permite acceder a nuevos puestos de trabajo como la evaluación del desempeño laboral y las encuestas de trabajo.
Como bien sabrás, la evaluación del desempeño nos permite identificar y evaluar las habilidades y competencias de la plantilla, sus puntos fuertes y debilidades. De este modo, podemos detectar la carencia o potencial carencia de habilidades, marcando el camino para el reskilling, en caso de querer ubicar al talento en un nuevo puesto dentro de la empresa, o el upskilling si lo que queremos es reforzar dichas competencias.
En ese mismo sentido, nos podemos encontrar con empleados conscientes de sus limitaciones o con sus objetivos de crecimiento. Y ahí es donde entran en acción las encuestas laborales. Nos permiten conocer el sentir de la plantilla, podemos extraer conclusiones sobre las habilidades que les gustaría reforzar o adquirir, sobre sus perspectivas de futuro, y trabajar el reskilling en base a los resultados de la encuesta.
Es innegable que el mundo empresarial ha experimentado una auténtica revolución gracias a la transformación digital. Las competencias o habilidades tradicionales han quedado desfasadas, ya no encajan con las tendencias laborales actuales. Y aquí es donde la empresa debe apostar por la formación continua de los trabajadores en base a las nuevas tendencias y tecnologías. Si no lo hace, corre el riesgo de quedar atrasada.
Esta transformación digital se ha producido a una velocidad de vértigo, dando paso también a nuevos puestos de trabajo difíciles de cubrir. Hace falta una formación específica que el mundo académico no proporciona, siendo el reskilling y upskilling las mejor alternativas para cubrir dichas necesidades. Esto también permite a la organización recurrir al talento interno para ocupar las nuevas vacantes, ahorrando nuevos procesos de contratación.
Entre las tecnologías más demandadas están el Big Data o los mercados app y web. En el primer caso, los perfiles que se ocupan del Big Data son los desarrolladores de software, administradores de base de datos o ingenieros en sistemas computacionales. En el segundo, la formación va encaminada a gestores de marketing, analistas de mercado o representantes de ventas.
Otra de las tendencias en el mercado laboral es la irrupción de la inteligencia artificial (IA) y de estrategias de People Analytics, que poco a poco se va consolidando como un elemento más. En este sentido, convendría clasificar las actividades en dos grandes grupos: aquellas puramente mecánicas, en las que el uso de la IA nos permite optimizar al máximo el tiempo de trabajo, y las labores donde el talento humano aporta valor y podemos estudiar los datos para tomar decisiones estratégicas.
No son incompatibles, pero la capacitación adicional de los empleados debería estar orientada a estas tareas donde el factor humano aporta valor. Desarrollar y aprender nuevas habilidades puramente humanas como inteligencia emocional, pensamiento crítico, liderazgo o creatividad nos ayudará a hacer un mejor uso de la IA, visualizando los datos de las personas de manera sencilla y pudiendo potenciar el desarrollo de los empleados con planes de reskilling adaptados a ellos.
Llegados a este punto, es fácil que te preguntes por las diferencias entre el plan de reskilling y upskilling frente al plan de formación. Se trata de dos conceptos que están directamente relacionados, pero es innegable que hay ciertas diferencias entre el reskilling o upskilling y los planes de formación convencionales. Hay empresas que han rebautizado el plan de formación como “Plan de reskilling/upskilling”, lo cual no deja de ser un error.
El plan de formación está orientado a problemas de desempeño a corto plazo, el plan de reskilling es a largo plazo; y tiene un impacto más amplio. En el siguiente punto hablaremos de ello, pero afecta a la cultura corporativa, mientras el plan de formación carece de esta visión. Podría decirse que el plan de formación nos ofrece un conocimiento y el plan de skilling nos permite integrar estos conocimientos en nuestra carrera profesional.
Cuestiones como el reciclaje laboral, ofrecer la formación adecuada a los trabajadores o una capacitación adicional para crecer en el seno de la organización forman parte de la cultura empresarial. Hay compañías que realmente apuestan por el upskilling y el reskilling, por la promoción del talento interno porque tienen esta cultura; pero también podemos encontrarnos con firmas que carecen de esta cultura empresarial.
En plena era de reconversiones laborales, apostar por aprender nuevas habilidades abre las puertas a nuevas formas de organizar y afrontar el trabajo. Los tiempos cambian, la forma de trabajar también y no es lo mismo afrontar estos cambios con una cultura empresarial rígida que desde una perspectiva más abierta, que apuesta por la preparación de los trabajadores y el refuerzo del talento interno.
Si todavía tienes dudas sobre la importancia del reskilling en la gestión de personal en la empresa, basta con analizar la situación del mundo laboral y empresarial. Estamos inmersos en la cuarta revolución industrial, que viene de la mano de la skills revolution. La tecnología está transformando las empresas del mismo modo que la máquina de vapor hace 200 años, a una velocidad incluso superior, y hay que estar preparados para ellos.
La diferencia entre apostar o no por la capacitación adicional y el reciclaje laboral puede marcar la diferencia entre el éxito y fracaso de la empresa. Si quieres gestionar correctamente la transformación digital de las empresas, es fundamental apostar por el reskilling y upskilling como solución para aumentar el valor profesional de los trabajadores. Esta cuarta revolución no es solo un proceso digitalizador, es un cambio cultural en el paradigma empresarial.
El rol de Recursos Humanos (RRHH) en la estrategia de formación de empleados es clave para garantizar que el equipo de trabajo cuente con las habilidades, conocimientos y competencias necesarias para alcanzar los objetivos de la organización.
Este departamento actúa como un facilitador estratégico que conecta las necesidades de la empresa con las oportunidades de desarrollo profesional de los empleados, promoviendo tanto el crecimiento individual como el éxito corporativo. A continuación, se detalla el papel de RRHH en este proceso:
RRHH analiza las competencias actuales de los empleados y detecta las áreas en las que se necesita formación para cerrar brechas de habilidades. Además, asegura que las necesidades formativas estén alineadas con las metas estratégicas de la organización.
Establece metas claras para cada programa de formación, como el desarrollo de habilidades técnicas, el fortalecimiento del liderazgo o la mejora en la productividad. Selecciona los formatos más adecuados, como cursos presenciales, formación online, talleres prácticos o mentoring. Por último, es el departamento encargado de diseñar programas adaptados a las características y roles específicos de los empleados.
RRHH se encarga de gestionar los recursos económicos destinados a la formación, asegurando que la inversión sea eficiente. Es importante identificar y colaborar con instituciones, consultoras o plataformas de aprendizaje que ofrezcan formación de calidad.
Planifica los horarios, espacios y herramientas necesarias para llevar a cabo las actividades formativas. También garantiza que los empleados tengan acceso sencillo a los recursos formativos, especialmente en entornos digitales.
Mide el impacto de la formación a través de indicadores como el rendimiento laboral, la productividad o la satisfacción de los empleados. Recoge opiniones de los empleados para mejorar los programas y adaptarlos a sus necesidades futuras.
RRHH utiliza la formación como una herramienta clave para ayudar a los empleados a avanzar en su desarrollo profesional dentro de la empresa. Además, al ofrecer oportunidades de crecimiento, se reduce la rotación y se incrementa la motivación.
RRHH identifica las tendencias de reskilling y upskilling y adapta los programas de formación para preparar a los empleados para nuevos retos o responsabilidades. Por último, introduce plataformas y recursos tecnológicos que faciliten el aprendizaje flexible y remoto.
Sesame HR es una herramienta integral que facilita la creación, gestión y optimización de los planes de formación en las empresas, garantizando un desarrollo profesional efectivo y alineado con los objetivos organizacionales. Su enfoque centrado en la tecnología y la automatización permite a los equipos de Recursos Humanos ahorrar tiempo, personalizar estrategias formativas y medir su impacto de manera eficiente.
A continuación, se detalla cómo Sesame HR puede ayudarte a optimizar tu plan de formación:
Permite identificar las habilidades clave necesarias en cada puesto de trabajo y detectar brechas formativas de manera precisa. También proporciona un registro actualizado de las competencias de los empleados, facilitando la planificación de programas específico.
Sesame HR te permite crear planes de formación adaptados a las necesidades individuales de los empleados y a los objetivos de la empresa. Configura rutas personalizadas para cada trabajador, asegurando un aprendizaje progresivo y relevante.
Registra y gestiona las colaboraciones con instituciones o plataformas de formación directamente desde el software. Realiza un seguimiento del coste de cada programa y analiza su retorno de inversión (ROI) de manera clara.
Configura fechas, horarios y recordatorios para las sesiones de formación, asegurando que todos los involucrados estén informados. Monitorea el progreso de los empleados en sus programas formativos y recibe alertas sobre hitos alcanzados o sesiones pendientes.
Conecta Sesame HR con herramientas de aprendizaje online para facilitar la formación en remoto. Los empleados pueden consultar y completar actividades formativas desde cualquier dispositivo, promoviendo la flexibilidad.
Genera informes detallados sobre la participación, las calificaciones obtenidas y la satisfacción de los empleados con las actividades formativas. Analiza indicadores clave como la mejora de competencias, la productividad o el rendimiento posterior a la formación.
Relaciona la formación con el crecimiento individual de los empleados, estableciendo trayectorias de carrera claras. Recoge opiniones de los empleados sobre los programas de formación y ajusta las estrategias según sus necesidades.
Registra de manera automática los certificados de formación, garantizando el cumplimiento de normativas laborales y sectoriales. Centraliza toda la información formativa para facilitar la preparación de auditorías o inspecciones.
Los empleados perciben los programas formativos como una inversión en su desarrollo, aumentando su compromiso con la empresa. Celebra las metas alcanzadas en los planes de formación mediante reconocimientos visibles en la plataforma.
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