Actualidad y Tendencias RRHH
Guía Organizaciones Exponenciales | Crece tan rápido como la tecnología
Te contamos cómo las organizaciones exponenciales y su propósito transformador masivo escalan tan rápido como la tecnología.
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Te contamos cómo las organizaciones exponenciales y su propósito transformador masivo escalan tan rápido como la tecnología.
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Ronny Navarrete
HR Consultant
17 de marzo, 2022
La tecnología no deja de avanzar a pasos agigantados, pero la empresa no lo hace al mismo ritmo. El gran reto que afrontamos es desarrollar empresas que crezcan de forma exponencial, a la vez que la tecnología. La solución pasa por el modelo de las organizaciones exponenciales. En esta guía encontrarás las claves para convertir tu empresa en una organización exponencial.
Las organizaciones exponenciales son aquellas con un impacto inusualmente desproporcionado frente a su competencia directa. Este impacto es al menos 10 veces superior al de una empresa competidora que sigue un formato convencional. Para ello, combinan las tecnologías exponenciales y estrategias organizativas disruptivas. Este concepto está estrechamente relacionado con el de Exonomía.
Grandes empresas como Google, Airbnb o Facebook son ejemplos de organizaciones exponenciales que comenzaron con un pequeño equipo de trabajo y cuentan con miles y miles de trabajadores en todo el mundo, generando beneficios multimillonarios. Cualquier empresa se puede convertir en una organización exponencial siempre que adopte la estrategia y orientación adecuada.
Cualquier organización exponencial necesita un Propósito de Transformación Masiva, MTP por sus siglas en inglés. Se trata de un concepto que va más allá de los objetivos de la empresa, es el fin al que aspiramos, un movimiento cultural asociado. El MTP no se limita a la captación y retención de clientes, pretende construir un ecosistema que envuelva la empresa.
De este modo, las organizaciones exponenciales son capaces de desarrollar una comunidad activa en base a su propósito de transformación masiva. El hecho de ofrecer un servicio de gran relevancia para el público consumidor a partir de la tecnología contribuye a ello, pues ofrecen los mismos servicios que las empresas convencionales paro de forma más ágil, accesible y económica.
Llegados a este punto, podemos hacernos una idea de qué caracteriza a las organizaciones exponenciales. Este tipo presenta tres elementos clave. El primero es el MTP, que ya conocemos. El segundo hace referencia a los atributos internos (IDEAS): interfaces, dashboards, experimentación, autonomía, social. El último son los atributos externos (SCALE) por staff on demand, comunidad y entorno, algoritmos, leverage assets, engagement. Son sus 11 atributos.
Responde a una pregunta: por qué. Qué motiva, qué impulsa a la comunidad generada en torno a este propósito de transformación masiva. Conviene señalar que es nuestro destino final, lo que nos ayudará a crear un mejor futuro para el mundo. Aunque el objetivo siempre sea el mismo, se puede modificar el camino para llegar hasta él.
Las interfaces nos permiten contar con herramientas y prácticas que agilicen el flujo de información desde la organización y hasta la misma. Digamos que son el punto de unión entre estos atributos internos y los tributos externos SCALE. A la hora de la verdad, son la característica interna que diferencia una organización exponencial.
Por su parte, los dashboards nos ofrecen datos medibles en tiempo real, algo fundamental para la toma de decisiones estratégicas. Contar con un cuadro de mandos nos permite seguir el cumplimiento de los KPIs, aunque estos indicadores están perdiendo terreno a favor de los OKR (objetivos y resultados clave), más fáciles de interpretar.
La experimentación es un atributo fruto de aplicar la metodología lean startup para tratar de confirmar las hipótesis planteadas. Para ello, es fundamental ser capaces de tomar una serie de riesgos controlados. Es el aprendizaje validado por el cliente, un contexto donde el fracaso no es el final del proyecto o una decepción, sino parte de un proceso innovador.
La tecnología exponencial también nos permite ofrecer autonomía a los trabajadores o equipos de trabajo. Podemos contar con equipos multidisciplinares organizados de forma autónoma, que trabajan para nosotros pero bajo autoridad descentralizada. Empoderar a los trabajadores es fundamental en este impulso al trabajo autónomo de nuestros colaboradores.
El último de los atributos internos es el social. Contamos con tecnologías sociales que permiten un gran flujo de la información, y una organización exponencial impulsará el uso de herramientas colaborativas y comunicativas. Además, se suprimen las jerarquías que hay en las empresas, un importante lastre a la hora de que la compañía evolucione. El objetivo es favorecer la transparencia y la cultura de compartir.
El primero de los atributos externos es el staff on demand: tener únicamente los empleados que se necesitan en cada momento. Contar con una plantilla extensa era bueno hace 15, 20 o 50 años, incluso en los tiempos de la revolución industrial, pero actualmente puede ser una rémora. El hecho de poder subcontratar o acudir a freelance facilita tener empleados a demanda.
Nuestra comunidad y entorno son fundamentales. Sin ellos, no podemos construir ese mundo alrededor del MTP, es lo que hace que la gente se involucre. Para cuidarla, es fundamental el desarrollo de la comunidad alrededor de la empresa y apoyarnos en ella a la hora de tomar decisiones, especialmente cuando les afectan.
La inteligencia artificial juega un papel esencial en las organizaciones exponenciales, y aquí hay que detenerse en los algoritmos. Nuestro mundo funciona con algoritmos, comenzando por el de Google; y permiten a las máquinas identificar patrones incluso sin tener un histórico en el que basarse. Básicamente, hacemos un uso de la IA para una mejor toma de decisiones.
El cuarto atributo externo de las organizaciones exponenciales corresponde a los leverage assets o activos externos. A grandes rasgos, consiste en alquilar, compartir o utilizar activos externos en vez de poseerlos en propiedad. Es lo que hace, por ejemplo, Uber o Airbnb: trabajan con activos (vehículos, viviendas) de terceros, poniéndolos a disposición de sus clientes o usuarios.
Finalmente, hay que hablar del engagement o compromiso. Tenemos que conectar con las personas y sus aspiraciones mediante el MTP, reforzando así la relación marca-cliente. El hecho de ofrecer programas o técnicas de incentivos para que el usuario se comprometa con la empresa facilitan este engagement -además de ayudarnos a ahorrar en proyectos de desarrollo internos-.
Las diferencias entre una empresa exponencial y una organización tradicional son muchas. Para empezar, la forma en que trabajan: si las organizaciones exponenciales siguen un modelo de crecimiento y negocio escalable, las tradicionales lo hacen de forma lineal. Pero más allá del modelo de negocio, hay otros aspectos que nos permiten diferenciar organizaciones exponenciales de empresas tradicionales.
Las organizaciones exponenciales tienen un propósito transformador, para lo que aprovechan las ventajas que ofrece la tecnología. Solo así puede ofrecer a los potenciales usuarios una buena propuesta de valor asociada a sus servicios y productos que les permita atender las necesidades e inquietudes o deseos de los usuarios. La experimentación y el uso de datos es clave en este propósito.
Otra de las características de las organizaciones exponenciales es que están aquí para cambiar el mundo. Pretenden facilitar la vida de su público consumidor, ofrecer alternativas más completas o eficientes a su target, ofrecer un producto o servicio más ágil, accesible y económico. Todo ello gracias a la aplicación de la tecnología; algo que no podemos decir de las empresas tradicionales.
Cualquier empresa tiene unos objetivos económicos, pero en el caso de las organizaciones exponenciales hay vida más allá del dinero. Una empresa tradicional buscará maximizar los beneficios a toda costa, sin importar las consecuencias. En cambio, una organización exponencial pretende ganar dinero, pero tiene ese propósito transformador que también la mueve.
La rigidez de las empresas tradicionales contrasta con la flexibilidad de las organizaciones exponenciales. Una empresa tradicional trabaja de forma lineal, con una cantidad estable de recursos. Una estrategia que, llegado a un punto determinado, es ineficaz. En cambio, una empresa exponencial opera de modo escalable: trabaja con algo reproducible constantemente y a gran escala, siendo más productivas.
En una sociedad donde la ciudadanía busca esa propuesta de valor adicional y valora de forma positiva las empresas con un propósito transformacional, las organizaciones exponenciales son el futuro. Cada vez son más las compañías que apuestan por este modelo de crecimiento, lo que pasa por cumplir con una serie de requisitos.
Las organizaciones exponenciales cuentan con cinco pilares fundamentales: visión, producto, ejecución, crecimiento y capital. Es imposible construir una organización exponencial sin tener en cuenta estas claves. Sin embargo, el significado y relevancia de cada uno de ellos dependerá del tipo de negocio que quieras construir. Conocer estos cinco pilares fundamentales te ayudará a saber qué tienes, qué necesitas y cómo o dónde puedes mejorar tu negocio.
Partimos de una premisa muy sencilla: hay oportunidades de crecimiento en cualquier lugar del mundo. Incluso una medida que puedas imaginar para tu entorno geográfico más cercano es escalable para pasar de escala local a regional, automática, nacional o mundial. Tener claro que el negocio está destinado al mercado, y no para ti, nos ayudará a encontrar esa solución con valor en el mercado.
Estamos acostumbrados a las empresas tradicionales, y muchas veces el subconsciente nos hace tirar hacia las organizaciones lineales. Sin embargo, desde el día 1 hay que implementar las características propias de las organizaciones exponenciales. Solo así seremos capaces de escalar el negocio y conseguir ese impacto social que buscamos. Innovación, tecnología y talento son fundamentales. Aprovecha los recursos para generar mucho con muy poco.
Tras definir el propósito, detectar el problema y la solución toca desarrollar el producto o servicio que generará esa propuesta de valor entre los consumidores. La competencia es salvaje, no importa el sector al que te dediques; lo más probable es que necesites cambiar la idea del producto varias veces hasta dar con lo que busca el consumidor. Antes de validar la propuesta de valor, puedes desarrollar un plan simple, rápido y low cost.
En este punto hay que definir una estrategia para cumplir con nuestro propósito. Siempre en base a los recursos que tenemos, estableciendo una serie de hitos mesurables para analizar el progreso del proyecto. En esta fase encontramos un componente de experimentación que nos dirá si hace falta modificar nuestra estrategia o no. La comunicación con el equipo, los socios o inversores es fundamental.
Ya hemos dicho que los cinco pilares fundamentales de las organizaciones exponenciales están conectados entre sí. Por eso, la ejecución debe ir acompañada de crecimiento. No podemos perder de vista el “cómo crecerá el proyecto”. Esto incluye tanto la forma de atraer clientes como el modo en que atraeremos inversores. Una buena estrategia de levantamiento de capital nos permite obtener la cantidad necesaria antes de que se nos acabe el capital inicial o existente.
Lógicamente, el capital humano con el que contamos jugará un papel decisivo a la hora de desarrollar cualquier organización exponencial. Aunque trabajemos con equipos reducidos -conseguir más con menos-, la plantilla debe estar preparada para este modelo de negocio, y ser consciente en todo momento de la forma en que trabajamos.
Ya desde el proceso de onboarding hay que preparar a los trabajadores para esta forma de trabajar. El manual de onboarding debe ser específico sobre la exponenciabilidad de la organización. Cuestiones como los valores que defiende o el propósito transformador deben aparecer reflejados. Así, el nuevo empleado llega a su primer día de trabajo con un completo bagaje de lo que el espera.
Como hemos visto a lo largo de esta guía, la comunicación interna juega un papel clave en cualquier organización exponencial. Por eso, la empresa debe poner a disposición de sus empleados los recursos adecuados para favorecerla. Y no solo eso, debe hacer una comunicación constante y fluida entre equipos y trabajadores que facilite el desarrollo de los diferentes procesos organizativos.
A la hora de reclutar talento, la experiencia en organizaciones exponenciales puede resultar un factor determinante para elegir entre dos candidatos. Lógicamente, es un factor más a tener en cuenta, pues la experiencia del candidato puede aportar un valor adicional al equipo de trabajo de nuestra organización exponencial.
A la hora de gestionar el talento con el que contamos en la empresa, es fundamental analizar el rendimiento de los empleados en base a criterios exponenciales. No podemos guiarnos por los mismos criterios que una organización convencional, sino que lo haremos en base a los indicadores exponenciales. Solo así nos aseguramos de que la plantilla cumple con sus tareas y objetivos.
Las tecnologías exponenciales juegan un papel fundamental en la definición de soluciones, productos y servicios -actuales y futuros- de las organizaciones exponenciales. A lo largo del camino nos encontramos con una serie de obstáculos o barreras que derribaremos con las tecnologías exponenciales: las 6Ds: digitalización, decepción, disrupción, desmonetización, desmaterialización y democratización.
Partimos de la premisa de que cualquier tecnología digna debe ser digital, lo que nos permite llegar a cualquier lugar del planeta. En el salto del mundo físico al digital, el conocimiento, las ideas o la innovación se disparan exponencialmente, transmitiéndose a gran velocidad. Su acceso es universal, no está limitando únicamente a personas con recursos como pasaba antes de las tecnologías exponenciales.
Cualquier iniciativa exponencial digital pasa por un periodo de decepción. Los inicios siempre son difíciles, con un crecimiento prácticamente lineal; pero rápidamente vemos que la curva de crecimiento es exponencial y se dobla cada X tiempo. Si nuestra idea es realmente innovadora, el periodo de decepción será corto. La paciencia es clave para consolidar esta idea innovadora y superar la decepción.
Es el punto que marca un antes y un después. El crecimiento exponencial es tan rápido que se convierte en algo disruptivo, cambiando los paradigmas del sector. Generalmente, este punto de inflexión se produce cuando un producto o servicio digitalizado supera al analógico, ya sea en coste o eficiencia.
Nos encontramos en un punto donde digitalización y disrupción son imparables, lo que provoca la desmonetización y entrega gratis de los servicios. El mejor ejemplo de ello es Google: no hay que pagar por hacer una búsqueda, ni siquiera para utilizar sus apps. Cuanta más tecnología tengamos, más baratos nos resultará conseguir algo, y una vez desmaterializado en bits, el coste de replicación del producto es casi nulo.
Esto nos lleva a hablar de la desmaterialización: la conversión de productos y servicios en bits. Físicamente, desaparece. Es lo que pasa con objetos como las cámaras de fotos o el GPS, que se han integrado en un único dispositivo, nuestro smartphone. Con un solo click podemos acceder a cientos de aplicaciones desde el móvil o la tablet.
La suma de desmonetización y desmaterialización da paso a la democratización: todo el mundo lo puede usar. Es la cuadratura del círculo, pues prácticamente cualquier persona tiene un móvil y acceso a internet. Han desaparecido las barreras de acceso a la información o la tecnología, y desde cualquier lugar del mundo llegan novedades. Así, la tecnología exponencial nos pone a todos al mismo nivel.
El auge de las organizaciones y tecnologías exponenciales nos permite hablar incluso de la industria 4.0. Cualquier sector puede aprovechar las ventajas de la tecnología para crecer de forma exponencial, pero por sus características es innegable que en determinadas industrias o sectores donde las tecnologías exponenciales tienen un mayor potencial.
Pone a nuestra disposición una serie de herramientas que permiten analizar el ADN de cualquier organismo para añadir material genético, quitarlo o alterarlo. De este modo, los científicos pueden trabajar en el combate de infecciones como el VIH, erradicar las bacterias resistentes a los antibióticos o reducir la probabilidad del desarrollo de determinadas enfermedades.
En la búsqueda permanente de la automatización de procesos, las tecnologías exponenciales pueden marcar un antes y un después en la robótica. Los robots son cada vez más inteligentes y versátiles, completando tareas que antes únicamente podíamos completar las personas. Una capacidad que tiene múltiples aplicaciones, desde la industria hasta la cirugía de precisión.
En este caso, las tecnologías exponenciales son capaces de comprender el lenguaje humano. Y no solo ello, sino que pueden ofrecer millones de respuestas en cosa de segundos. Es lo que pasa, por ejemplo, con los chatbots que a menudo encontramos en muchos servicios de atención al cliente vía chat. ¿Nos ofrece el soporte una persona real o una inteligencia artificial desarrollada con estas tecnologías?
Permite la distribución de registros de información descentralizada. La información se distribuye entre varios participantes que la validan, haciéndola más transparente y segura. Los registros no se pueden manipular. Originalmente, estaba diseñado para criptomonedas como el Bitcoin, pero tiene otros usos potenciales gracias, precisamente, a la universalidad y disrupción de las tecnologías exponenciales.
Cada día hay más dispositivos conectados a la red, entre ellos los nuestros. Esto también nos permite el rastreo, monitorización y control de los mismos. Cuestiones como la hiperconectividad solo han sido posibles gracias al boom de las tecnologías exponenciales. Esto hace, por ejemplo, que si vas a coger el coche puedas saber dónde hay atascos y el GPS te ofrezca la ruta más corta.
A lo largo de esta guía de organizaciones exponenciales ya hemos mencionado algunas de las empresas exponenciales más influyentes o potentes del mundo. Google es el vivo ejemplo de organización exponencial, ha utilizado las tecnologías exponenciales para cambiar nuestro día a día radicalmente. Pero hay más: Amazon, Uber y Cabify, Netflix, Airbnb, Glovo, TED, Tesla… organizaciones que han cambiado nuestra concepción de la vida.