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Ejemplos de tipos de incentivos salariales

Diferentes tipos de incentivos salariales para el empleado

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Sara González

HR Consultant

tipos de incentivos salariales

25 de octubre, 2022

Mantener la motivación de los trabajadores es clave para triunfar.

Por una parte, nos ayuda a que estén comprometidos con la organización y su puesto.

Por otra parte, es un estímulo más a la hora de rendir. Y en este sentido, los diferentes tipos de incentivos salariales nos ayudan a mantener la motivación.

Qué son los incentivos salariales

Antes de profundizar en los diferentes tipos de incentivos salariales, conviene aclarar qué son.

Un incentivo es aquellos que nos impulsa a mejorar en determinadas tareas o aspectos. El premio por alcanzar una meta, aquello que motivará al trabajador para hacer mejor una tarea. O hacerla más rápida.

Si añadimos el concepto salarial, hablamos de incentivos económicos. Gratificaciones adicionales o bonificaciones por un rendimiento laboral excelente.

En este sentido, es importante diferenciar entre incentivos salariales y no salariales. Se trata de dos opciones igual de válidas para conseguir el mismo objetivo, y compatibles entre sí.

Cuando hablamos de incentivos no salariales o no económicos, nos referimos a medidas como la flexibilidad laboral.

Otro ejemplo sería ofrecer días libres adicionales al finalizar un proyecto importante, o permitir trabajar menos horas. La formación de los empleados, seguro médico, la guardería en la oficina o actividades de ocio encajan en este apartado.

Tipos de incentivos salariales

Conviene recalcar que los incentivos salariales se suman al sueldo habitual del trabajador. Así, se trata de un dinero adicional, una mejora salarial especial. Su impacto en el empleado puede ser notable.

A continuación te dejamos los principales tipos de incentivos salariales:

  • Comisiones: el trabajador se lleva un porcentaje de cada venta realizada, o por cada cliente que logra captar/fidelizar. Se trata de un incentivo habitual en ventas, o para los perfiles comerciales. La comisión está pactada de antemano.
  • Bonos: aquí entran pensiones, primas anuales, complementos salariales, planes de préstamos o el reembolso de medicinas y servicios médicos. No dejan de ser parte de los beneficios para el empleado económicos habituales.
  • Bonificaciones: otro de los incentivos laborales monetarios son las bonificaciones, que acostumbran a ser periódicas. Por una parte están las anuales, por vacaciones, Navidad, etc. Por otra parte tenemos las bonificaciones por incorporación o antigüedad, que ayudan a retener talento.
  • Plus de productividad: sirve para premiar a los trabajadores por la cantidad de unidades producidas, recompensando así su rendimiento objetivo. Por ejemplo, cada X unidades de paga una cantidad Y en forma de plus.
  • Beneficios: se produce un reparto de los beneficios de la empresa entre su plantilla. El porcentaje a repartir está previamente establecido.
  • Stock Options: en aquellas empresas que cotizan en bolsa, la empresa puede abonar a los directivos una especie de prima si suben las acciones. Es lo que se conoce como Stock Options.

Salario competitivo

En un mercado laboral hipercompetitivo, tenemos que hablar del salario competitivo.

No podemos incluirlo entre los tipos de incentivos salariales en su sentido estricto, aunque está claro que es una motivación más. Simplemente, se trate de ofrecer sueldos justos y atractivos a los trabajadores.

Instaurar una política de salarios competitivos en la organización tiene una doble ventaja: ayuda a retener y atraer talento. Es una forma de decir a los trabajadores que valoramos su profesionalidad y experiencia, sus capacidades.

Además, podemos competir con las hipotéticas ofertas que les lleguen de la competencia.

Programas de referidos

Aquí pasa algo parecido que con el salario competitivo. Quizá se aleje un poco del concepto clásico de incentivo salarial, aunque podemos incluirlo en los tipos de incentivos salariales.

Consiste en que los trabajadores localizan o proponen candidatos para su incorporación a la compañía.

Si la empresa decide contratar a la persona referida, el trabajador cobra un incentivo por su aportación. De este modo, permitimos a nuestros trabajadores contribuir al crecimiento de la organización.

Además, la empresa muestra a su plantilla una confianza total involucrándolos en un proceso clave como la selección de personal.

Ejemplos de incentivos salariales

Ahora que ya conoces los diferentes tipos de incentivos salariales, vamos a ver algunos ejemplos de incentivos económicos.

Para ello, seguimos la pista de alguna de las empresas más grandes del mundo:

  • Facebook: cuando uno de sus empleados tiene un hijo, ofrece 4000 dólares para gastos del niño, guardería o 4 meses de vacaciones pagadas.
  • Moz: ofrece un bonus de 2.000 euros para gastos de viajes familiares. Es lo que la empresa considera “tiempo libre remunerado” para fomentar la conciliación laboral y facilitar que la plantilla pase tiempo con la familia.
  • Mattel: la juguetera ofrece a sus empleados 16 horas libres pagadas para acudir a eventos escolares de sus hijos y actividades familiares.

Recuerda que no hace falta calcar estos incentivos, sino que desarrollaremos el plan de incentivos salariales según las posibilidades de la organización.

Está bien tener referentes, pero nunca hay que perder de vista el norte. No podemos condicionar la viabilidad de la organización por los incentivos salariales.

¿Cómo elegir los tipos de incentivos salariales?

A la hora de diseñar el plan de incentivos salariales debes tener en cuenta que beneficien tanto al empleado como a la empresa.

Por ejemplo, no pueden servir para que los trabajadores compitan entre sí. El objetivo es mejorar el ambiente de trabajo, no generar un clima de rivalidad entre pares.

Tampoco cubrirán necesidades básicas, sino que mejorarán la retribución de los trabajadores.

Por eso, los diferentes tipos de incentivos salariales se pueden combinar con los incentivos no económicos. A la hora de diseñar el plan, no está de más contar con la opinión de los trabajadores.

El programa de incentivos salariales debe figurar por escrito, y ser el mismo para todo el equipo. No hace falta hablar de la importancia de cumplir con todas las recompensas prometidas.

Si no es así, en vez de motivar a los trabajadores obtendremos el resultado contrario, dañando la imagen corporativa.

¿Te ha parecido interesante? Descubre más sobre beneficios y tipos de incentivos salariales en el blog de Sesame HR y en nuestras guías.

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cristina-martin-lopez
People and Talent Director en Sesame HR | Web | + posts

Profesional con amplia experiencia de más de 20 años en diferentes áreas de los Recursos Humanos (Selección, Formación, Prevención de Riesgos Laborales, Gestión de Personal). Experiencia en Dpto de Dirección: Amplia visión de la empresa y los RRHH.


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